Oculta bajo las ruinas de un anfiteatro, la bóveda trastero de la Luxure solo se activa tras cantar un melodía de su infancia, la cual solo ella conoce. Aunque, algunos duendes del Concilio de Mercaderes para dejar su mercancía tiene un acceso a través de un pasadizo secreto que serpentea como escalas musicales de Do a Do en clave de fa, entre líneas pentagramales que aparecen y desparecen, este espacio subterráneo se encuentra sellado tras una puerta de roble ingles ennegrecido, grabada con runas protectoras y sellos alquímicos diseñados para repeler intrusos tanto mortales como sobrenaturales.
Al cruzar el umbral, un aire ligero como la pluma y cargado de historia musical y botánica envuelve a los visitantes. La bóveda es un trastero más parecido a un museo privado, lleno de tesoros olvidados y objetos cuya existencia desafía la lógica moderna. Las paredes de marfil están cubiertas de estanterías desvencijadas y vitrinas de cristal celeste y brillante, donde se apilan pergaminos amarillentos, frascos, baúles y cuanto cachivache se le pudiera ocurrir a un anticuario para poder coleccionar.
En el centro del recinto se encuentra un enorme sauce boxeador capaz de matar a quien se le cruce, a diferencia de otros este mismo tiene la protección de protegerse de cualquier hechizo, esto era producto a que Nicole encanto la semilla con un poderoso hechizo protector, así como grabo runas antiguas y sagradas de antiguas civilizaciones, esto era una forma de mecanismo defensa. Y cuanto a las criaturas que moran ese sitio se encuentran libremente, ya que todo en sí es un jardín con su propia fases lunares, solares y demás eventos cósmicos, lo que se refleja en el techo.