Nunca hubiera pensado que ella tendría una de aquellas cámaras de alta seguridad en dónde los magos guardaban sus posesiones más valiosas, ya fuera por su valor sentimental o por lo monetario, aunque la rubia se preguntaba si, acaso, en alguna de aquellas bóvedas se encontraría resguardado algún objeto que no hubiera sido propiedad del dueño de aquella sala, sonrió, ¡Por supuesto que sí! Seguramente una que otra tendría algo indebido o robado.
Al obtener su llave habían preguntado si quería alguna clase de criatura que custodiara su bóveda, a lo que ella se negó, no podría tener un ser vivo encerrado en los túneles de Gringots, era muy inhumano.
Para llegar a aquél lugar tenía que, cómo todos los demás, subir a uno de aquellos carritos que usaban los muggles mineros para transportar sus utensilios o llevar los minerales o piedras preciosas que encontraban en su búsqueda; al principio del camino la velocidad del carrito era muy poca, pero conforme iba bajando, este tomaba una velocidad alarmante, haciendo creer que en alguna de esas curvas , si no estás bien sujeto, puedes salir del carrito.
El lugar está protegido por algunos sortilegios antiguos que Hannity aprendió en uno de sus viajes, pero el que podría resultar más peligroso para cualquiera que llegase a querer entrar, aparte de ella el duende, al momento de querer forzar la puerta, está podría no resistirse y dejar entrar al intruso, pero una vez dentro, las paredes comenzarán a cerrarse entre sí y comenzar a brotar de entre ellas una planta llamada lazo del diablo y comenzar a enrollarse en él hasta que la persona no puede safarse, mientras tanto las paredes se cierran hasta que la persona desaparece, aún no se sabe a dónde.
Al interior de la cámara no hay gran cosa, algunos objetos personales, pociones que ha ido comprando en el Magic Mall para utilizar en caso de alguna emergencia en su trabajo como sanadora.