¿Se te ocurre una mejor manera de invertir cinco mil galeones?

Ante la pregunta, el Black Lestrange ladeó la cabeza hacia la izquierda, colocando su dedo índice sobre sus labios para poder pensar. Era retórica, desde luego, aunque sí que tenía planes para invertir sus ganancias habidas y por haber. Con gran satisfacción, enmascarada por una expresión de pesar, desembolsó la cantidad.

No conocía la sección de las bóvedas de máxima seguridad, por lo que por un momento pensó que se trataría de una mera ampliación de la que ya contenía su dinero. La entrada a la suya, se encontraba en una especie de estancia circular, donde se localizaban otras cinco. Sin duda, un dragón tenía cabida ahí como custodio.

El acceso a aquel alijo requería, además de su habitual llave, de que el presente trazara una figura en particular con su varita: Un rayo. Dicho símbolo había sido elegido en honor a su antigua familia, siendo este su emblema. Además, debía recitarse una fecha específica: Veinticinco de abril del dos mil veinticuatro.

Una vez dentro, parecía que uno se encontraba en medio del claro de un bosque, pues el piso lucía una especie de musgo que emulaba un ambiente natural. A ambos lados de la bóveda, los imponentes pilares estaban adornados por estandartes de Slytherin y Wampus, sus respectivas casas durante su época de estudiante.

Para mejor acomodo de sus pertenencias, había dispuesto varios contenedores de cristal, en forma de exhibición de museo, para acomodarlos según el tipo de objetos que se tratara. Algunas de estas cápsulas se encontraban sobre mesas de sauce, las cuales presentaban una formación de zigzag a lo largo de la cámara.

Al final de la bóveda, se situaba un cuadro que cubría casi toda la pared de piedra. Un retrato del castaño, cruzado de brazos, que ponía los ojos en blanco cada que alguien entraba, incluyendo el propietario.

• Índice de Bienes
• Objetos
• Pociones
• Criaturas
• Libros de Hechizos
• Consumibles
• Consumibles Especiales