Visitar Gringotts no era precisamente el pasatiempo favorito de la Crouchs, el tener que aguantarse los gruñidos de los duendes que la atendían la había llevado a solicitar que únicamente uno que respondía al nombre «Hook» se encargara de llevarla y traerla de regreso cada vez que necesitara visitar alguna de sus bóvedas, de lo contrario amenazaría con sacar todas sus riquezas para enterrarlas bajo su Mansión y como sabía que los duendes se creían dueños de todo lo que guardaba Gringotts, accedieron sin tantas objeciones. Por otro lado Hook no era un duende ordinario, solía atraer las miradas de desaprobación de todos los de su clase por su aspecto físico, por no ir vestido como el resto, por contar historias que por algún motivo debían mantener en secreto aunque estas nunca tuvieran sentido «al menos no para los magos», de todos modos era preferible tener a un duende parlanchín que no se interesara por lo que había en el interior de su bóveda que a otro que constantemente metiera las narices en todo.

— ¿A donde iremos esta vez, señorita Crouchs? ¿1 o 2?

— Hoy toca la 2, necesito asegurarme de que se encuentra en óptimas condiciones para empezar a trasladar todo.

— Le aseguro que sí, yo me encargué personalmente —respondió el duende con cierto rencor que pasó desapercibido para la bruja.

Apenas hacía unos días que había adquirido esa segunda bóveda mucho más grande que la que guardaba sus galeones, pero esta tendría un uso completamente distinto, en ella guardaría sus más valiosas posesiones, cosas que nadie más que ella vería y si alguien intentaba robarle su destino sería peor que la muerte.

— Es perfecta, Hook, gracias por grabarle las letras que te pedí —dijo con más admiración observando las dos enormes puertas bañadas en oro que se unían en el medio formando una sola y sobre ellas formando un arco rezaba «Lo che è morto non muore mai»

— Pronto regresaré para empezar a ocuparla y colocar algunas protecciones —notó la mirada severa del duende —Nada personal, pero lo que estará allí dentro serán mis posesiones, cosas por las cuales he hecho... cosas —sonrió con malicia mirándolo fijamente y Hook lo comprendió, se estaba propasando — Así que no me vengas a decir si exagero o no en esto —agregó dando por terminado el tema — Ahora llévame de regreso, se me hace tarde para una cita.

Y bruja y duende desaparecieron.

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